El agua es un recurso natural muy elemental para la manutención de los seres vivos. Cada uno de nosotros consume aproximadamente una tonelada de agua, al año, en líquido o extraída de los alimentos.
Para que el agua mantenga efectivamente la salud humana y se convierta en la mejor aliada estratégica para la vida, se requiere que sea de buena calidad. Es decir, que sea un agua segura, libre de contaminantes o elementos extraños que puedan afectar la salud de los seres vivos.
Pero no todas las aguas son aptas para el consumo
El agua que viene de ríos, lagos o pozos en numerosas ocasiones está contaminada contiene residuos que producen las personas en sus hogares, fábricas o productos químicos usados por los agricultores. Sin embargo, para preparar los alimentos o calmar la sed, es favorable que se consuma agua potable. El agua potable es aquella apta para el consumo humano, es decir, no debe contener gérmenes que dañen la salud. ha de ser limpia, fresca, inodora, incolora e insípida.
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